El terrible hecho se registro el Viernes, en la localidad de Villa Ojo de Agua, provincia de Santiago del Estero, esta ciudad se encuentra a pocos kilómetros del limite de córdoba.
Ante la atenta mirada de un nene de 4 años, un hombre mató a su suegra de un disparo y luego se quitó la vida colgándose de un tala en el interior del departamento Ojo de Agua.
Personal de la Seccional Nº 31 de Villa Ojo de Agua, informó que cerca de las 16, un vecino llegó al puesto caminero Nº 5, ubicado a la vera de la ruta nacional Nº 9, en compañía de un menor de 4 años, a quien había encontrado a la orilla de la cinta asfáltica, llorando desesperadamente. El menor contó al automovilista que un tal Osvaldo había matado a su madre.
Personal policial, trató de contener al pequeño con el fin de que les cuente lo que había sucedido. Posteriormente, los guardianes del orden se trasladaron hasta un establecimiento rural ubicado en el paraje La Cruz, a unos 12 kilómetros al sur por la ruta nacional Nº9.
Al llegar al casco del establecimiento rural, la delegación policial ingresó a la vivienda y se dio con la ingrata sorpresa que en la zona del comedor, se encontraba una mujer, ya sin signos vitales, tirada boca abajo en el piso con un disparo de arma de fuego (sería de escopeta) en la nuca.
Al realizar una inspección ocular en el lugar, siguieron unas huellas y a unos 500 metros del inmueble, un sujeto se encontraba pendiendo de un tala, colgado de una soga, también sin vida.
Un presunto apasionado romance entre un yerno y su suegra habría decantado en una tragedia en una zona rural próxima a Ojo de Agua, donde el joven ultimó a la mujer de tres certeros disparos de escopeta y luego se quitó la vida colgándose a un árbol.
Allí se sostiene la hipótesis más firme que anoche guiaba al juez Darío Alarcón y a la policía de Ojo de Agua, ante el presunto ‘amor’ entre Osvaldo Enrique Crespín, de 23 años, que terminó en un hecho de sangre al ejecutar a Valle del Luján Bustamante, de 48.
De acuerdo con el proceso, desde hace varios meses el yerno y la suegra habrían iniciado una relación, pasando a un plano secundario el vínculo que éste tenía con la hija de la mujer.
Pueblo chico
Sin embargo, a tanto se habrían acentuado los rumores que la joven terminó descubriendo que madre y pareja eran amantes, precisaron anoche fuentes ligadas al entorno de las víctimas.
Imposibilitada de reconciliarse o reconstruir lo dañado, la semana pasada la joven abandonó a Crespín: éste no habría perseverado mucho en evitar la ruptura y, en cambio, se habría esmerado en fortalecer lo suyo con su suegra, ahondaron los voceros.
Como prosiguió la misteriosa historia, implica un enigma.
Sí se sabe que en la antevíspera, yerno y suegra habrían coincidido en encontrarse en un establecimiento rural ubicado en el paraje La Cruz, distante a 12 kilómetros al sur por la ruta nacional Nº 9.
Desastre
Hasta allí, la “pareja” habría arribado con un niño de cuatro años, hijo de una nuera fallecida de Bustamante, explicaron fuentes cercanas a la investigación.
En un momento dado, el niño se habría trasladado al monte a jugar.
En ese instante, habría estallado una discusión y pelea entre el yerno y la suegra.
Pese a que los policías desconocen las motivaciones, presumen que hubo trompadas y rasguños.
Primero, la pareja se habría trenzado a los golpes fuera de la vivienda.
En la entrada había sangre; también en el comedor y en el piso.
Por ende, para los expertos hubo tres tiros de escopeta: dos en el brazo izquierdo de Bustamante y un tercero, en la nuca.
Éste habría partido cuando la mujer ya se encontraba reducida y en el piso, se intuye.
Encrucijada
Cuan rompecabezas judicial, una vez consumada la tragedia, el yerno partió hacia el monte y se colgó con una soga (a un árbol), a pocos metros del inmueble.
Fue el niño -desesperado- quien pidió auxilio, al escuchar los gritos, subrayaron las fuentes.
Cuando arribaron los policías, la mujer yacía en u charco sangre.
Por disposición del juez Darío Alarcón, los expertos realizaron un hisopado vaginal, a fin de que ahora los bioquímicos hagan un análisis, a fin de verificar si hubo actividad sexual.
En forma simultánea, la policía secuestró dos celulares, aparatos que los profesionales especializados se aprestan a estudiar, en busca de llamados o sms que conduzcan a esclarecer la historia.
Se sabe que los celulares guardan parte de muchos secretos atesorados por las personas y, en este caso, los investigadores asumen que no será una excepción a la regla general.
Alarcón anoche señaló que hay que esperar para conocer el porqué de la tragedia, pero reconoció que prevalece la hipótesis de un crimen “pasional”.
El funcionario ordenó que se realice una autopsia a los restos del yerno, no así a la suegra, ante lo evidente de su triste fin.
FUENTE: "El Liberal".
así retiraban los cuerpos. foto: diario el liberal |
Personal de la Seccional Nº 31 de Villa Ojo de Agua, informó que cerca de las 16, un vecino llegó al puesto caminero Nº 5, ubicado a la vera de la ruta nacional Nº 9, en compañía de un menor de 4 años, a quien había encontrado a la orilla de la cinta asfáltica, llorando desesperadamente. El menor contó al automovilista que un tal Osvaldo había matado a su madre.
Personal policial, trató de contener al pequeño con el fin de que les cuente lo que había sucedido. Posteriormente, los guardianes del orden se trasladaron hasta un establecimiento rural ubicado en el paraje La Cruz, a unos 12 kilómetros al sur por la ruta nacional Nº9.
Al llegar al casco del establecimiento rural, la delegación policial ingresó a la vivienda y se dio con la ingrata sorpresa que en la zona del comedor, se encontraba una mujer, ya sin signos vitales, tirada boca abajo en el piso con un disparo de arma de fuego (sería de escopeta) en la nuca.
Al realizar una inspección ocular en el lugar, siguieron unas huellas y a unos 500 metros del inmueble, un sujeto se encontraba pendiendo de un tala, colgado de una soga, también sin vida.
Un presunto apasionado romance entre un yerno y su suegra habría decantado en una tragedia en una zona rural próxima a Ojo de Agua, donde el joven ultimó a la mujer de tres certeros disparos de escopeta y luego se quitó la vida colgándose a un árbol.
Allí se sostiene la hipótesis más firme que anoche guiaba al juez Darío Alarcón y a la policía de Ojo de Agua, ante el presunto ‘amor’ entre Osvaldo Enrique Crespín, de 23 años, que terminó en un hecho de sangre al ejecutar a Valle del Luján Bustamante, de 48.
De acuerdo con el proceso, desde hace varios meses el yerno y la suegra habrían iniciado una relación, pasando a un plano secundario el vínculo que éste tenía con la hija de la mujer.
Pueblo chico
Sin embargo, a tanto se habrían acentuado los rumores que la joven terminó descubriendo que madre y pareja eran amantes, precisaron anoche fuentes ligadas al entorno de las víctimas.
Imposibilitada de reconciliarse o reconstruir lo dañado, la semana pasada la joven abandonó a Crespín: éste no habría perseverado mucho en evitar la ruptura y, en cambio, se habría esmerado en fortalecer lo suyo con su suegra, ahondaron los voceros.
Como prosiguió la misteriosa historia, implica un enigma.
Sí se sabe que en la antevíspera, yerno y suegra habrían coincidido en encontrarse en un establecimiento rural ubicado en el paraje La Cruz, distante a 12 kilómetros al sur por la ruta nacional Nº 9.
Desastre
Hasta allí, la “pareja” habría arribado con un niño de cuatro años, hijo de una nuera fallecida de Bustamante, explicaron fuentes cercanas a la investigación.
En un momento dado, el niño se habría trasladado al monte a jugar.
En ese instante, habría estallado una discusión y pelea entre el yerno y la suegra.
Pese a que los policías desconocen las motivaciones, presumen que hubo trompadas y rasguños.
Primero, la pareja se habría trenzado a los golpes fuera de la vivienda.
En la entrada había sangre; también en el comedor y en el piso.
Por ende, para los expertos hubo tres tiros de escopeta: dos en el brazo izquierdo de Bustamante y un tercero, en la nuca.
Éste habría partido cuando la mujer ya se encontraba reducida y en el piso, se intuye.
Encrucijada
Cuan rompecabezas judicial, una vez consumada la tragedia, el yerno partió hacia el monte y se colgó con una soga (a un árbol), a pocos metros del inmueble.
Fue el niño -desesperado- quien pidió auxilio, al escuchar los gritos, subrayaron las fuentes.
Cuando arribaron los policías, la mujer yacía en u charco sangre.
Por disposición del juez Darío Alarcón, los expertos realizaron un hisopado vaginal, a fin de que ahora los bioquímicos hagan un análisis, a fin de verificar si hubo actividad sexual.
En forma simultánea, la policía secuestró dos celulares, aparatos que los profesionales especializados se aprestan a estudiar, en busca de llamados o sms que conduzcan a esclarecer la historia.
Se sabe que los celulares guardan parte de muchos secretos atesorados por las personas y, en este caso, los investigadores asumen que no será una excepción a la regla general.
Alarcón anoche señaló que hay que esperar para conocer el porqué de la tragedia, pero reconoció que prevalece la hipótesis de un crimen “pasional”.
El funcionario ordenó que se realice una autopsia a los restos del yerno, no así a la suegra, ante lo evidente de su triste fin.
FUENTE: "El Liberal".
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