| Imagen a modo ilustrativo. |
Una trabajadora sexual sufrió una salvaje agresión el pasado fin de semana a manos de seis adolescentes.
Ocurrió el domingo a la madrugada en Calle 43, entre las calles 10 y 11, a metros de la ex fábrica Lyta, que se encuentra abandonada hace varias décadas.
La agredida es Fernanda, una joven “trans” de 21 años que ejerce la prostitución en calle Pedro J. Frías, la nueva “zona roja” de Jesús María.
Eran casi las 6 cuando Fernanda recibió el llamado de un cliente “habitual”, un joven de 17 años que le propuso una cita con un tercero.
Accedió porque la propuesta era de un “conocido”, ya que ella estaba decidida a terminar la noche laboral.
El menor llevó al travesti en su motocicleta hasta la Calle 10, un lugar que la trabajadora sexual desconocía y que hasta le generó temor.
El cliente le respondió que ya estaban llegando a la casa de su amigo, pero en la mitad de la cuadra frenó la moto y aparecieron cinco jóvenes de entre los árboles.
La agresión fue sin mediar palabras: la golpearon en la cara y la tiraron al suelo.
Entre los seis comenzaron a darle puntapiés en el tórax y en el rostro.
“Fui abusada, atacada, golpeada y robada; me agarraron de los pelos, me trataban de lo peor, me escupían en la cara, me decían de todo”, relató Fernanda sobre la pesadilla que le tocó vivir.
La joven “trans” aseguró que su cliente es menor de edad y que el ataque estaba organizado: “Fue una emboscada. Ya sabían lo que me iban a hacer. Fue un intento de homicidio”.
Fernanda vive en Jesús María y hace dos meses que ejerce la prostitución en la calle, a pesar que cuando decidió travestirse juró que nunca se pararía en una esquina. Lo hace porque no tiene otra opción: “Dejé currículum en todos lados, pero me dicen que no me pueden aceptar porque tengo ‘un pedacito’ entre las piernas”.
Dos identificados.
El Segundo Jefe de la Unidad Regional Departamental Colón, Crio. My. Mario Tornavacca, informó que por el hecho hubo dos personas identificadas esa misma madrugada.
Con los datos aportados por la víctima, los efectivos acudieron a un domicilio donde estaban la motocicleta y dos de los agresores.
Se trata de dos hermanos, uno de 15 años y otro de 18. El menor fue restituido a sus padres, mientras que el mayor quedó alojado en la Comisaría de Colonia Caroya.
Hasta ayer, los detenidos fueron imputados por robo, pero podría ampliarse la carátula del hecho por las graves lesiones que le propinaron a la joven “trans” por el sólo hecho de su condición sexual.
FUENTE: "El Despertador Diario".
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